
Los cinco cañonazos para reponerse de la asesina rutina
Tic y tac, tic y tac, pi, pi, pi o prampararán, parán, parán: los sábados son el recuerdo de que sobrevivimos a los cinco días anteriores y de que tenemos 48 horas para vivirse un novelón antes de que vuelva a saltar el lunes desde el interior del armario.